Altos de Ninhue
Un auténtico refugio de la naturaleza en Ñuble.
Tras numerosas oportunidades de recorrer la citada localidad, podemos afirmar sin lugar a dudas, que se trata de un valioso ambiente natural que todavía conserva lo más representativo de la biodiversidad nacional en la denominada Depresión Intermedia Central de Chile.
Con cerros que logran superar los 700 m.s.n.m. es posible encontrar sectores de vegetación nativa ( entre 500 a 700 hectáreas), prácticamente muy similares a aquellos que otrora existían en gran cantidad en nuestra zona. Se califican cómo bosque nativo caducifolio interior de carácter secundario dominado por Roble asociado al Peumo. Además incluye la vegetación asociada al Espino en el sector bajo del mismo.
Al sobrevolar esta zona se puede visualizar su existencia a la forma de un verdadero oasis natural rodeado de terrenos alterados por la intervención humana en que la deforestación por cultivos y extracción de leña, crianza de animales domésticos (bovinos y ovinos especialmente) y las siempre presentes plantaciones forestales, dominan grandes extensiones que hacen más valiosa esta localidad desde el punto de vista de la vigencia de un patrimonio biológico que debe perdurar más allá de los intereses económicos que regularmente prevalecen por sobre la conservación de los ambientes naturales.
Las instancias gubernamentales con la participación de diversos especialistas en naturaleza ya consideran a los Altos de Ninhue cómo un sector prioritario en la región del Bio Bío para favorecer la conservación de la biodiversidad.
Reconocido es el hecho de la baja cobertura existente en la región del Ñuble de zonas protegidas en el SNASPE ( Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Estado) la cual llega a la cifra del 2,8 % del territorio, en comparación a la recomendación internacional que (tratado adquirido por Chile) debiera llegar al 10 %.
En el momento actual los Altos de Ninhue realmente se han transformado en la gran reserva de naturaleza de Ñuble al considerar el incendio del año 2010 que devastó cientos de hectáreas del Cerro Cayumanqui, que antes de ésa tragedia ambiental estaba evaluado con mayor prioridad de conservación que la localidad más arriba mencionada.
Promover la concreción de transformar los Altos de Ninhue en un refugio de naturaleza con la denominación que la legislación permita, sea Parque Nacional, Reserva de Biodiversidad, es un tema prioritario si queremos conservar para el momento actual y hacia el futuro una riqueza biológica aún con mucho que aprender de la biodiversidad ahí existente.
La potencialidad de un sector protegido es evidentemente positiva para diversos aspectos que indudablemente benefician a la comunidad en donde se encuentre.
Aspectos de ecoturismo, turismo rural, educación ambiental, investigación científica fluyen espontáneamente y traen consigo recursos diversos, incluso económicos para la población del entorno.
En éste caso en particular se hace evidente que la comunidad de Ninhue es quien debiera liderar los esfuerzos para llevar adelante esta iniciativa que presenta las complejidades propias de un terreno de propiedad privada, no siempre accesible para aceptar iniciativas cómo la planteada.
La rica biodiversidad de los cerros que conforman los “Altos de Ninhue” está llamada a ser destacada cómo un patrimonio natural que indudablemente debe trascender las fronteras de la región del Ñuble.
Cómo un pequeña muestra de ello se detallan a continuación algunas especies más características de la fauna y flora de ésta localidad, las que son factibles de observar a través de las diversas estaciones del año.
Precisando aspectos de la vegetación de aquellas especies presentes en los cerros de Los Altos de Ninhue, encontramos algunos árboles tales cómo el Hualle (Nothofagus oblicua), el Canelo (Drymis winteri), El Palo Colorado (Luma apiculata ), el Olivillo (Aetoxicum punctatum), Radal (Lomatia hirsuta) árboles que regularmente encontramos en la Pre y Cordillera de los Andes.
Encontrarlos en los citados cerros demuestra la singularidad de un sector de gran valía natural.
En el nivel inferior del sector natural están presentes otras especies de árboles cómo el Huingan (Schinus polygamus), El Boldo (Peumus boldus), el Peumo (Criptocarya alba), el Litre (Lithraea caustica), el Espino (Acacia caven), el Maitén (Maytenus boaria).
Otra especie arbórea presente es el Boyén (Kageneckia oblonga), un perfecto desconocido para muchos, incluso personas del sector que no logran identificarlo. A lo más lo asocian a una localidad de una comuna vecina.
Entre los arbustos ahí presentes están el Chequen (Luma chequen), El Tralhuén (Talguenea quinquinervia), el Madroño (Escallonia pulverulenta ), el Mayo (Sophora macrocarpa), la Quila (Chusquea quila), el Colliguay (Colliguaja integerrima), un nombre muy conocido igualmente por una localidad del mismo nombre.
De las numerosas plantas existentes se destaca el Copihue (Lapageria rosea) nuestra flor nacional, que logra desarrollarse sin inconvenientes entre la densa vegetación del nivel superior. Generalmente asociada al bosque nativo andino, su presencia refleja lo valioso del hábitat que destacamos en ésta ocasión.
Se suman otras plantas tales cómo la Salsilla (Bomarea salsilla), la Altromelia (Alstroemeria ligtu), el Lahue (Herbetia lahue), el Capachito (Calceolaria corymbosa), el Maicillo (Solenomelus pedunculatus), Añañuca (Rodophiala pratensis), el Quinchamalí (Quinchamalium chilense), y numerosas otras sin nombre común conocido o bien genericamente las denominadas Orquídeas (Chloraea lechleri y Chloraea lamellata).
Del reino Fungi es relevante mencionar la existencia de una especie propia del bosque nativo cómo lo es el conocido Changle (Ramaria flava), que es comestible siendo cocinado en la modalidad de empanadas. Otras especies de éste grupo, no comestibles son el Hongo oloroso (Marasmiellus alliodorus).
Otro aspecto importante de mencionar es el relacionado con la fauna existente tanto en las laderas de los cerros cómo también en el nivel superior. Mencionamos en primer lugar los Vertebrados.
Los Mamíferos por lo general poco dados a mostrarse y asumiendo la no existencia del Puma (Puma concolor) ya hace varias décadas del sector, tienen al Culpeo (Pseudalopex culpaeus) como representante característico. Este se alimenta de diversas especies de roedores silvestres cómo también del conejo (Oryctolagus cuniculus) y Liebre (Lepus europaeus), ambas especies introducidas a nuestro país ya a mediados del siglo pasado.
Las aves, a diferencia del grupo anterior, son numerosas las especies existentes ya visitantes o residentes que encontramos en cada oportunidad que hay para visitar esta interesante localidad.
El sobrevuelo del Aguilucho (Buteo polyosoma, delata su presencia, siendo el gran rapaz más característico que reside en la zona junto al esquivo Peuco (Parabuteo unicintus).
Visitante regular es el Jote (Coragyps atratus) que planea en los cielos de la zona tras la posibilidad de encontrar su comida consistente en los restos de animales domésticos que mueren por diversas causas (enfermedades, caídas,etc).
Igualmente estan presentes la mayoría de las especies propias del valle central tal cómo el Zorzal (Turdus falcklandii), la Tórtola (Zenaidura auriculata), la Perdíz (Nothoprocta predicaría), la Lloica (Sturnella loyca), el Tordo (Curaeus curaeus), el Chincol (Zonotrichia capensis), el Chercán (Troglodytes aedon) por mencionar algunas, destacando la presencia de un ave poco conocida y que tiene su residencia permanente en las laderas de los cerros cómo lo es el Canastero (Asthenes humicola), que explica su nombre común con el que se conoce al observar el nido que elabora en cada temporada de reproducción. Este está construido con una gran cantidad de ramitas (incluso con espinas incluidas) que lo hacen bastante voluminoso al triple del tamaño del ave que lo construye.
Los Reptiles, menos numerosos en especies son regulares de observar la Lagartija verde (Liolaemus tenuis), la Lagartija café (Liolaemus lemniscatus), Culebra gris (Philodryas chamissonis).
Los Anfibios tienen al Sapito de cuatro ojos (Pleurodema thaul) a su especie más característica.
Los Invertebrados siempre presentes en todo ambiente, también se hacen notar con especies destacadas y propias de la zona por sobre otros lugares de Ñuble y del país.
Los Arácnidos, con numerosas especies presentes en los diversos ambientes existentes, destacan a la denominada Araña Pollito o Tarántula chilena (Grammostola roseus).
El grupo de los Insectos con incontables número de especies no factibles de mencionarlas todas, destacamos aquellos más frecuentes de observar.
Entre los Coleópteros(escarabajos) al Peorro (Ceroglossus chilensis), la Sierra (Callysphiris vespa), la Joyita (Anthaxia maulica) ; los Lepidópteros (mariposas y polillas) presentes con la Mariposa blanca (Mathania leucothea), la Mariposa Claudia (Euptoieta claudia), la Mariposa de ojos (Adetomeris erythrops); de los Himenópteros (abejas, hormigas) el Moscardón (Bombus dalbhomi), Avispa azul (Pepsis limbata), el Hormigón dorado (Camponotus chilensis), abejas silvestres (Cadeguala occidentalis), Avispón rojo (Sphex latreillei); entre los Ortópteros (Langostas, grillos) el Grillo rojo (Cratomelus armatus), el Langostón (Schistocerca cancellata); de Homópteros (Chicharras) la Chicharra anaranjada (Tibicen crassimargo) que sólo la hemos encontrado regularmente en ésta localidad de Ñuble; de Los Fásmidos (Palotes y mantidas), el Palote verde (Heteronemia mexicana), la Mantis chilena (Coptopterix gayi); los Odonatos (Matapiojos y libélulas) con el Matapiojos de pintas amarillas (Phylopetalia apicalis), Matapiojo colorado (Erythrodiplax connata);
En términos generales podemos señalar que de las especies de la biodiversidad mencionada existe un gran desconocimiento por parte de la comunidad al no reconocerlas aún cuando siempre han estado ahí.
De lo expuesto se hace oportuno entonces recordar las palabras de un gran científico francés, Don Claudio Gay que a mediados del 1800 señaló que se respeta lo que se conoce.
La tarea entonces es promover la educación ambiental en la comunidad de Ninhue y conozca lo que tiene en su comuna y la importancia de favorecer la conservación de un lugar natural que en gran parte del valle central de Chile ya no existe.
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